Se acerca un tiempo de cambio, se acerca la llegada de los niños de la Nueva Era. Algunos han calificado a este grupo de Almas como los niños Índigos, Cristal o niños Arco iris pero más allá de estas categorías, deberemos comprender ante todo, dos grandes formas de interpretar el mensaje que estas psicografías nos presentan. En una primera lectura podremos tomar este mensaje dirigido hacia cada nueva generación que viene al mundo, pues cada una de ellas trae consigo unas cualidades específicas que las distinguen de las otras. A la vez, y como veremos al final de la última psicografía, se nos muestra a los niños como un espejo a seguir para que aquellas generación pasadas, vuelvan a reencontrar el camino perdido.
Allá por el año 1972 nuestro queridísimo Profeta y Maestro, Benjamín Solari Parravicini, hizo una serie de psicografías que enfocaban su mensaje hacia lo que será una nueva generación, aquella generación que traerá un cambio radical en nuestra manera de pensar, sentir y desenvolvernos como personas.
De los niños del mañana deberemos aprender, pues las creencias que conforman esta sociedad se han vuelto caducadas desde hace ya tiempo. Hoy, nos toca aceptar que esas bases fueron desvirtuadas. Tan solo piensen en la estructura de nuestras leyes, corrompidas y transformadas en beneficio de unos pocos, la falta de respeto hacia los Reinos de la Naturaleza, el rencor y el miedo que generamos al levantar fronteras invisibles en contra de otros países…
Éstas, son solo algunas forma de vivir que venimos arrastrando hace siglos y que por desgracia son la enseñanza que entregamos a cada generación venidera. Quizás no sea nuestra culpa el haberlas recibido inconscientemente de la misma sociedad a la que pertenecemos, pues al nacer no conocíamos otro modo de ver el mundo. Pero ahora que podemos tomar conciencia de esto, es nuestra responsabilidad el seguir aceptándolas como forma de vida y más aun, querer imponerlas a nuestros hijos.
Sin cambio no hay avance. Sabemos que algo está mal, que la sociedad en la que vivimos no es equitativa para cada uno que habita en ella. Sabemos que el primer cambio que debemos hacer está en nosotros mismos. Entonces, estemos abiertos a esta nueva oportunidad que nos trae “El Niño Nuevo” y arriesguémonos al cambio.
Es por eso que ha llegado la hora de callar. El momento de la redención – El instante OM –aceptar que nos hemos equivocado y aprender a escuchar a quien realmente conoce la respuesta. En esa pureza radica la sabiduría, en esa pureza se encuentra la esperanza que trae consigo la reconstrucción de las nuevas bases para un nuevo mundo-¡Tolerancia!, dirá el “Niño Nuevo” al mundo. Entendimiento y Amor…- Toleremos nuestras propias miserias. Generemos mayor discernimiento, para poder comprendernos, para saber observarnos a nosotros mismos y construyamos un mundo con Amor, siendo esta la síntesis a la salida de todo conflicto.
Estas profecías son sin dudas un mensaje de esperanza que traerá la nueva generación y a su vez una advertencia para las anteriores. No podemos desentendernos de nuestras responsabilidades pensando que la generación venidera reparará todas nuestras faltas. El Niño Nuevo no podrá actuar solo y deberá ver en nosotros el ejemplo de este cambio – Padres míos, yo soy en ustedes y ustedes en mi-
Aún estamos a tiempo para remendar los errores pasados, para despertar así nuestro propio niño interior. Evoquen su recuerdo y renacerá. Este Niño Nuevo también podría representar el despertar de la Célula Crística que se encuentra alojada en cada uno de nuestros corazones. La que posee, no sólo nuestra generación sino la de nuestros padres y abuelos… aquella pequeña parte en nuestro interior que aún sueña con hacer del mundo, un lugar mejor.
«La meditación de la Nueva Era es una flecha que vuela hacia el Cosmos. En el pasado, la meditación era adoración, deseo, aspiración y devoción. En la Nueva Era, será pensamiento, síntesis, alegría, bienaventuranza, trabajo y sacrificio, planteando la cuestión a la luz de nuestra más alta tensión intelectual y extrayendo la respuesta, la solución de nuestras necesidades, de las profundidades de nuestra Alma«
Torkom Saraydarian
Fig.1 Una nueva educación llegará para el «Niño Nuevo». Ella será superior porque el «Niño Nuevo» sabrá desde el nacer.
Fig.2 El «Niño Nuevo» enseñará al adulto, y el adulto escuchará, porque, llegado será el juego, y la hora de la procreación superior y el instante OM
Fig.3 ¡Tolerancia!, dirá el «Niño Nuevo»al mundo. Entendimiento y amor, agregará, y el mundo caduco escuchante… ¡Obedecerá!
Fig.4 El «Niño Nuevo» dirá: Padres míos, yo soy en ustedes, y ustedes en mí, para llevar renovación al mundo caduco, y el mundo en la hora «doce» – será –
*Saraydarian, T. (1971) La ciencia de la meditación. Argentina, Buenos Aires. Editorial Kier