Redactados en primera persona, por la mano de nuestro queridísimo B.S.P., presentaremos una serie de sucesos ligados a su vida cotidiana. Estas experiencias no solo tienen el fin de entretener o sorprendernos, con ellas demostraremos que la vida no se termina después de nuestro paso por este mundo terrenal. Que el ciclo, que marca el fin de la vida de una persona es tan sólo el desapego del alma ante la materia (cuerpo) y que otra etapa comienza tras la muerte. En muchos casos, los caminos de estos mundos paralelos se entrelazan con el nuestro y las almas de otras dimensiones nos visitan y hacen de las suyas. A veces para orientarnos, para pedirnos ser su voz o simplemente, recordarnos lo preciada que es esta vida que a veces desperdiciamos.
Sé que algunos se sentirán identificados por haber vivido situaciones similares. Hechos extraños, en los que uno cree estar viviendo un sueño o sueños inentendibles que más tarde se vuelven realidad. Ellos podrán entender más que nadie, el sentido de estas notas. Y para aquellos otros que nieguen haber presenciado contactos de este tipo ¡Recuerden! para que ocurran cosas extraordinarias, primero deberemos creer que la vida en si es ya extraordinaria y los imposibles son tan sólo barreras a derribar.
Así comienzan estas crónicas, con uno de los relatos más famosos de B.S.P., en el que una madrugada cualquiera fue arrebatado de su profundo sueño y entre el desconcierto que genera la oscuridad de la noche a ojos abiertos, una voz femenina pidió que escribiera lo siguiente:
* En el mediar de una madrugada de finales de Octubre, fui sacado de mi sueño por un inexplicable temblor total de intenso frio, y por un penetrante olor de playa y más que saturaba íntegramente mi habitación cerrada.
Incorporado en mi lecho, y cuando me disponía a indagar la causa del repentino fenómeno, escuché una femenina voz que dijo: Escriba…escriba…
Yo buscando con premura lápiz y papel escribí lo que la voz dictó:
“Algas perezosas, negras, oprimen mis manos terminadas. ¡Ruedo el espacio!” Y firmó: Alfonsina, Mar del Plata.
Finalizado el mensaje, casi sin noción de lo sucedido, retorné al sueño.
Ya en la mañana quedé perplejo ante el escrito. Nada comprendía y me dije: lo llevaré a mi secretario, él como poeta e hijo de poeta comprenderá.
Llegado que hube a mi oficina de los Salones de Arte del “Banco Municipal de la Ciudad de Buenos Aires”, mi secretario, Belisario Roldán (hijo) se apresuró a decirme emocionado:¿Leyó la enorme pérdida que hemos sufrido?
Como yo le dijera que aún no había leído diario alguno, Belisario exclamó: Anoche, en Mar del Plata, se suicidó Alfonsina Storni.
Después de leer mi mensaje, Belisario dijo: ¡Su verso póstumo!
* Cada una de estas experiencias psíquicas fueron publicadas y extraídas de la revista «Conocimiento de la nueva era», del apartado «Otras voces – Otros mundos» Son transcripciones originales de los manuscritos personales de Benjamín Solari Parravicini