Un pintor, un profeta, un visionario…

Somos muchos los que en algún momento hemos escuchado en boca de alguien el nombre de Benjamín Solari Parravicini. Quizás habremos visto de refilón sus psicografías reflejadas en algún medio de comunicación sin entender exactamente de qué se trataban. En cualquier caso, ha hecho eco su nombre entre la multitud y para aquellos que no conoce su historia déjenme contarles a grandes rasgos quién era este hombre y porqué tras su muerte, persiste su legado en el curso de nuestro destino. Pero no se preocupen que no presentaré su vida por medio de esas aburridas líneas temporales, me limitaré a resaltar aquello que engrandeció su espíritu y el verdadero propósito que había oculto tras sus mensajes. Por supuesto que podríamos hablar de sus primeros años como pintor y de como a tan temprana edad consiguió alcanzar un reconocido éxito como artista plástico, entre otros logros que a estas alturas resultan poco relevantes, porque B.S.P. estaba destinado a ser más que un simple artista…
Si tuviera que definirlo como persona debo confesar que no tuve el placer de conocerlo físicamente, pero muchos de mis familiares, que pasaron años a su lado, siempre lo describieron como un hombre extremadamente afectuoso. Solitario, sí, pero nada reservado. Nunca le faltó la dulzura y la alegría en su forma de relacionarse con los demás, por muy extraños que fueran. Digo esto y vienen a mi memoria miles de anécdotas que contaban en la mesa de casa y me es imposible no sonreírme recordando algún extraordinario acontecimiento de su vida cotidiana. La predicción de la nota de un examen del tío de mi madre o los cambios repentinos de voz que dejaban a todos helados en el sitio. Hasta el día de hoy las sigo escuchando embelesado. Creo que nunca me dejará de fascinar esa forma que tenia de encarar con tanta ligereza asuntos tan fuera de éste mundo. Fueron estas pequeñas cosas las que me impulsaron a investigar más en profundidad su vida y todo el legado que nos dejó. Por eso estoy aquí, invitándolos a que abran sus mentes y sus corazones, pues sus psicografías no fueron sólo inspiración ni mucho menos algo pasajero, muchas ya se han revelado y otras aún guardan su misterio.
Si bien no tenemos una fecha exacta, me atrevería a decir que fue por el año 1929, cuando comienzan a aparecer las primeras psicografías de B.S.P. Él mismo las describía como una fuerza desconocida, que lo guiaba a dibujar y escribir cosas que, en un principio, no comprendía. Pero aquello…